domingo, 29 de noviembre de 2009
Nos pasamos toda la tarde sentados ahí, con las manos unidas, leyendo ese magnifico libro, aprendimos muchas cosas, y luego de aprender cada una intentábamos ver si habíamos comprendido el proceso del todo, leer mentes, proyectar escudos, tener una clase de visiones sobre el futuro, probábamos nuestros reflejos haciendo una especie de lucha entre nosotros, veíamos quien podía levantar mas peso con una sola mano, hacíamos carreras de un lado a otro de la pequeña playa, íbamos nadando hasta donde terminaba el agua y volvíamos. Así hasta que llego la noche
-¡Oh, no!- grité levantándome de un salto.
-¿Qué paso?
-¡Ya es de noche!
-Si, ¿y?
-¡Joa me estará buscando y mis padres también! ¡Tus padres también, Max, a no ser que ya les hayas dicho lo que eres!
-No, no dije nada, y no tengo planeado hacerlo, será demasiada presión
-Yo tampoco planeo decírselo a mi familia. Entonces, ¿qué nos paso?
-¿De que hablas?
-¿Por qué desaparecimos toda la tarde?
-Ya te sigo…-Los dos pensamos unos segundos hasta que él grito:- ¡Ya se!-Dijo levantando una mano hacia arriba- Tu dijiste que ibas a tomar aire, ¿no?
-Si.
-Yo también, por eso, ambos fuimos a la playa, nos encontramos, y nos quedamos hablando toda la tarde. Todo ello es verdad- dijo antes de reír-, no tendremos que mentir- le dedique una sonrisa
Nos dirigimos a las rocas y las esquivamos para salir de esa pequeña playa. Corrimos hasta llegar a un cruce y él me agarró de la mano para que me detuviera, olvidé que él debía ir para el otro lado. Me miro fijamente, abalanzó su cara sobre la mía y me besó… en la mejilla. Se río de mi rostro y luego corrió hasta su casa. Comencé a correr de nuevo, sin volver la vista atrás. Llegue a la colina en menos tiempo del que creía posible, frene sobre la puerta y me mire en el reflejo de la ventana para ver si tenía el aspecto de haber corrido 3 Km. en 1 minuto o de alguien que a caminado tranquilamente, sin mucha prisa. Me peine un poco y abrí la puerta para encontrar el salón vacío.
-¿Mama? ¿Papa?- No se escuchaba ninguna respiración, excepto la mía, y ningún latido de corazón, excepto el mío- ¿Joa? - ¿Para que preguntar si ya sabia que no estaban en casa? ¿Se habían ido a buscarme?
Camine hacia la cocina y encontré una nota que decía:
Melisa: Llama al teléfono que te e indicado mas abajo. Fuimos a buscarte, Llama lo antes posible.
Joaquin
Marque el número con tal rapidez que hasta yo vi todo borroso.
-¿Hola?- Pregunto Joa
-Joa, soy yo Mel, estoy bien, estoy en casa.
-Uff!, que alivio, ahora vamos para allá.
-¿Dónde…?- no pude llegar a terminar la pregunta porque ya había cortado
En mi mente, oí un teléfono sonar, me aproxime a este esperando a que eso suceda. No llego a sonar 1 vez y ya lo había atendido
-¿Diga?- dije con la voz cansada, escuche una risita del otro lado, la que ya me era tan familiar
-¿Te han ido a buscar?, a mi si- dijo riéndose de nuevo, me uní a sus risas
-Si- dije todavía riéndome- Que familia tenemos…- Rompimos a reír de nuevo
-¡MELISA!- Gritaron 3 voces juntas dejándome aturdida. Del otro lado del teléfono se escucho: -¡MAXIMILIANO! – los dos reímos ante tanta coincidencia
Joa se acerco mirándome fijamente, abrió la boca para preguntar algo pero mi padre lo interrumpió:
-¡¿Dónde estabas?!- del otro lado del teléfono le preguntaban lo mismo a Max, me mordí el labio para no reírme.
-Fui a la playa…-del otro lado del teléfono Max decía lo mismo, haciendo eco de lo que yo decía- y me encontré con Maximiliano, el hijo de Henry. Y… me quede toda la tarde hablando con el, no me había dado cuenta que era tan tarde. Lo siento- Intente entrar en la cabeza de mi padre para ver si se había creído la verdad. Pero me desconcentro la voz de otra persona, la voz encantadora de Max.
“Oh, no” Dijo el pensamiento de Max.
“¿Qué paso?” Pregunte curiosa
“Mi madre piensa que te estoy utilizando para darle celos a otra…”
“¿Otra? ¿Qué otra?” Dije enojada, enarque las cejas y Joa me miro con un millón de preguntas en sus ojos
“¿Recuerdas a la rubia de la fiesta? Fiona. Mi madre piensa que ando con ella”
“Explícale que no es así…”
“¿Cómo? Hola mama, escuche tus pensamientos y estas completamente equivocada…”
“Dile que estas con alguien y que esa tal Fiona anda con tu amigo, no, no, invita a Fiona y a tu amigo a tu casa para que ella vea que ellos dos están juntos, así no sospechara nada.”
“¿Vos vendrías?” Su tono era divertido
“Si me invitaras talvez si” Dije mientras me reía, Joa seguía delante mío esperando que volviera a la realidad.
“En ese caso, te invito a una cita doble hoy en mi casa” Dijo con tono elegante
“Gracias caballero, te veré en tu casa”
“Hasta pronto damisela” Me reí ante sus palabras. No dijo mas nada así que supuse que ya estaba llamando a su amigo y a su novia.
Me levante de la silla, de la cual me había sentado sin darme cuenta. Me dirigí a mi cuarto y Joa me siguió a pocos pasos. Llegamos a la puerta de mi habitación y me di la vuelta bruscamente para darle cara.
-¿Qué?- dije mirándolo fijamente
-Quiero que me cuentes toda la historia- ¿Cómo se había dado cuenta?
-Pasa- le dije mientras entraba más en la habitación y cerraba la puerta detrás de mío.
- Antes de empezar, dime, ¿cómo te diste cuenta?-Dije mientras me sentaba en mi cama.
-Soy mago, ¿recuerdas?, aparte te conozco desde que naciste- se sentó en mi cama quedando frente a mi
-Bueno, aquí vamos. Cuando me desperté…- le conté toda la historia, y esta vez si parecía convencido
-¿Dos podinstas?- asentí – Woow, eso nunca había pasado, tu misión si que debe ser difícil.
-Ahora, si me perdonas, debo ir a la casa de Max- lo empuje hasta fuera de mi habitación y le cerré la puerta en la cara.
Me puse unos pantalones, zapatillas cómodas y una campera que encontré por hay. Baje corriendo las escaleras (No a velocidad paranormal) y me encontré a mi padre parado frente la puerta, impidiendo que yo la atravesara.
-¿Ahora que?- Murmure tan bajo que creo que no me escucho, lo mire fijamente, estaba cruzado de brazos estudiándome con la mirada.
-¿Dónde vas?- dijo con tono serio
-A casa de Maximiliano…-dije un tanto bajo, pero creo que me escucho.
-Bueno, vuelve antes de las 11hrs- Odio cuando saca su lado paterno
-Bueno- Lo esquive y salí de la casa sin volver la vista atrás. Apenas cuando estuve segura de que mi padre dejo de tenerme a la vista eche a correr. Llegué al cruce y doble bruscamente hacia el camino que daba hacia la casa de Max. Llegue a la puerta y antes de que llegara a tocar, él me abrió la puerta. Se me acerco y me beso en la frente.
-Hola- dijo con una sonrisa
-Hola- Conteste con timidez
-Vamos adentro-Me empujó por la espalda mirando hacia atrás, como si vigilara el terreno por si había alguien espiando.
Adentro estaba todo oscuro, por eso cerré los ojos y me concentre en la oscuridad, los volví a abrir y veía ya todo con mas claridad, con mas luz, este don si que me iba a ser útil. Me dirigí hacia el sillón y Max se sentó a mi lado y me tomo de la mano. Su madre paso por atrás nuestro vigilándonos, Max la miro con la mirada cansada.
-Ma, por favor…-Dijo Max mientras la seguía mirando fijamente, esta se fue por la escalera que se encontraba junto al sillón y en el que nosotros estábamos- Lo siento, se toma su papel de madre muy en serio- dijo lo bastante bajo como para que yo lo escuchara. Se rió sin ganas.
-¿Te esta protegiendo a vos o a mi?- Dije con el mismo tono bajo que el había utilizado.
-A vos. No me cree lo de Fiona, lo siento- Volvió a disculparse con el rostro todavía cansado
-¿Qué te pasa?- pregunté muy curiosa de saber por que su mal animo
-Cuando lleguen mi amigo y Fiona, vas a ver de que va mi ánimo- Se escucho unas pisadas que venían hacia la casa. Max se levanto para abrir la puerta. Sonó el timbre una vez y Max aguardo unos segundos, luego, abrió.
-¡Hola, Max!-Dijo su amigo, la verdad es que me olvide de preguntar su nombre.
-Cariño, hola-Dijo Fiona mientras se acercaba a el para besarlo, mis puños se serraron por la rabia de ver a esa… rubia. Ella se acercó más y se detuvo cuando sus labios estuvieron uno frente a otro, esta iba a besarlo pero Max giro la cabeza para recibir el beso en la mejilla. Solté una risa baja y todos me miraron. Fiona me miro con desprecio, disgusto y rabia, le dedique una sonrisa al ver cuanta rabia me tenía, esta se me acerco y apoyó sus labios operados sobre mis oídos:
-Con mi Maxito no te metas querida, es mío, no tengas ilusiones- Al alejar su rostro me guiño el ojo. Estaba segura de que Max la había escuchado y lo mire con una sonrisa, el me la devolvió al ver que no estaba enojada con su “amiga”.
El amigo de Max se me acerco y me beso en la mejilla, era alto, pelo castaño despeinado, y ojos café. Nos dirigimos al Living y Max se sentó en un sillón doble, Fiona se sentó a su lado y yo me tuve que sentar en el suelo ya que el espacio que quedaba lo había ocupado el amigo de Max. No llegue a ver que película había puesto ya que solamente miraba su rostro. La película empezó y cuando las luces de una lámpara se apagaron, Fiona le agarro la mano a Max, este me miro con un millón de disculpas en el rostro, agarre una almohada que tenia junto a mi y la abrase gastando toda mi rabia en la almohada, imaginando que esta era Fiona y que le estaba asfixiando, me reí de mi misma y 3 rostros me miraron, me tape la cara con la almohada y trate de prestar atención a la película. Entendí de que se trataba: Una joven estaba enamorada de un joven, ese joven estaba con una chica mala que trataba de alejarlo lo máximo posible de la joven. Compare la situación con la película y no preste atención al final ya que sabía que era un final feliz, como siempre, final feliz. La película terminó y Max se levantó desasiéndose de la mano de Fiona, esta me miro con cara de furia, le devolví una sonrisa.
Cuando salimos afuera para irnos a nuestras casas, estaba lloviendo casi como una tormenta, Fiona abrazo a Max en signo de despedida o algo mas… Me miro confundida al ver que yo no estaba enojada. Pasó a mi lado y me empujó hacia el costado para que ella pudiera pasar, aun que podía pasar por cualquier otro lado,
-Córrete, idiota- me dijo lo bastante bajo como para intentar que Max no la escuchara, pero yo estaba segura de que la había escuchado.
-Claro, su majestad, tiene el paso libre, alteza- Le hice burla y esta se volvió hacia mí echando chispas por los ojos.
-¿Tenes algún problema con migo?- Dijo apuntándome con el dedo en signo de amenaza
-Oh, no su majestad, ¿Tener un problema con usted?, ¡Jamás! En realidad, tengo muchos problemas con usted- Me quiso pegar una cachetada pero mi mano fue mas rápida que la suya, sostuve su mano con una y con la otra le di la cachetada que me iba a dar.
-Vas a ver…- me dijo de nuevo con su dedo amenazante. Se me acerco y dijo- Vas a ver que Max va a terminar eligiéndome a mi- dijo como un susurro pretendiendo que él no escuchase. Lo mire a Max y este me devolvió la mirada, me guiño un ojo mientras me dedicaba una sonrisa, me reí- ¿De que te reís?
-¿Por qué pensas que Max te va a elegir a vos?- dije
- Porque soy mas bonita que tu.
-¿Y?, la forma física no lo es todo- Max se me acerco y me abrazo. Fiona murmuro algo imposible de entender. Esta y el amigo de Max se fueron caminando, por la pequeña calle.
Cuando estuvimos solos, Max me volvió a apretar contra el, y yo a el contra mi.
-Lo siento- dijo mientras me besaba la cabeza- Lo siento mucho. En un momento pensé que ibas a arrancarle la cabeza.
-Si yo también lo pensé- levante la cabeza para mirarlo a los ojos- Te amo- Dije con timidez.
-Yo también- Me dijo con la más profunda sinceridad.
El se inclino sobre mi, puso su cara a pocos centímetros de la mía, se alejo un poco y yo me acerque, el se acerco y sus labios casi tocaron los míos. Su mamá estaba en la puerta, mirando, tosió interrumpiéndonos. Los dos suspiramos y ella le dirigió una mirada amenazante a Max.
-Adiós- dijo con tono triste y me beso en la frente- Mañana nos vemos- y me guiño un ojo
-Chau- dije como un susurro
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(robando la historia)
kedat trankila,yo jamas haria nada para dañarte >.>
<.<
xD
mentiras
te kiero
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