domingo, 20 de diciembre de 2009

Cap 11: Saltadores

Dentro de la selva era todo igual que afuera: verde. Camine horas sin rumbo alguno, buscando a alguien que no iba a encontrar.

La herida de mi brazo estaba sangrando mucho, ya me sentía mareado. Me senté un segundo en un árbol para descansar. Al apoyarme sentí un movimiento ligero pero supuse que fue por mi peso. Pero se volvió a mover, esta vez bruscamente. Intente escapar pero unas de sus ramas me aferró el pie tirandome hacia el. En el tronco del árbol creció un enorme agujero.

-¡No, no!- Le supliqué. Esa rama que me sostenía, sin piedad, me lanzó hacia el agujero negro, oscuro y tenebroso. Caí en un suelo sólido y oscuro. No pude contenerme y caí en la inconciencia.

Cuando desperté un rayo de luz me estaba iluminando, abrí los ojos repentinamente y me aleje de ese rayo que me cegaba. Me levante de un brinco. La cabeza comenzó a darme vueltas y me tambaleé hasta encontrar una pared.

Busqué el rayo de luz desesperadamente, hasta que lo encontré a lo lejos. Este formaba un pequeño círculo en el suelo.

Me acerqué lentamente, procurando no hacer mucho ruido con mis pisadas. Comencé a notar unas figuras en el suelo, las cuales fueron tomando forma a medida que me acercaba.

Las figuras eran: un poco de fuego, una gota de agua, una especie de árbol, una línea que se extendía hasta curvarse en una espiral (aire), un trueno y una mancha negra que de ella me observaban dos ojos.

Tuve el impulso de tocar esas figuras, intente contenerme, pero fue en vano. Pase la mano sobre las figuras detectando cada detalle de ellas. Pase la mano de nuevo esta vez con mas fuerza. Apenas toque la pequeña llama esta se ilumino de un modo extraño, no una luz fuerte, una leve que casi no se notaba, pero si notable para mis ojos. Oprimí el fueguito y este se iluminó más. Pasé la mano por todas las figuras para ver si otra se iluminaba. Di un pequeño salto cuando esos ojos que, seguramente, representaban la oscuridad se iluminaron. Volví a pasar la mano y esta vez fue el pequeño rayo el que se ilumino. ¿Por qué los demás no se encendían?

Intenté encender las que sobraban con todo lo que se me ocurrió, hasta llegué a pegarles a las figuras (otra vez me sentí demasiado idiota por eso deje de hacerlo).

Me acosté en el suelo para refrescar un poco mi cerebro. El agujero en el techo del que entraba luz ahora se encontraba rodeado por dos ojos, un trueno, y un fueguito. Me quede observando esas figuras un largo tiempo sin comprender el sentido de estas. “Salta” me había dicho la voz “Salta”, la pregunta no era ¿Cómo? Si no ¿Dónde? Lo único que se me ocurría era hacer lo mismo que en la cueva donde estaban aquellas mujeres que querían acecinarme.

Me pare en el círculo de luz y mire ese pequeño agujero. Del otro lado no se veía más que oscuridad. No entendía de donde venia esa luz. Pero lo descubriría.

Mis músculos se tensaron listos para saltar. Sentía como si tuviera una soga que tiraba de mí. Si yo soltaba esa soga escaparía en menos de 10 segundos de la oscuridad de esta cueva.

Mire a mí alrededor por última vez, procurando no volver aquí. Unos ojos aparecieron de la oscuridad, y me observaron.

Por la sorpresa, y por accidente, solté la soga. Mis piernas se estiraron tan rápidamente que no llegué a ver nada. Esa mirada se convirtió en una mancha borrosa. Que desapareció en la oscuridad de ese pozo.

Esperé el golpe del techo al romperse, pero nada sucedió. Para mi sorpresa me di cuenta que ya estaba afuera, junto el árbol que me había tragado hace mas o menos 1 hora.

“Salta” izo eco lo que había dicho. “Salta” “Salta” Seguía haciendo eco. ¿Salta? Me hacia acordar a algo mas que saltar.

Saltadores. ¡Esa era la respuesta! Saltadores. Había leído sobre ellos cuando era pequeño. Son seres con un poder sorprendente, el cual les concede telenstraportarse a cualquier lado. Pero no se telenstraportaban sino que… saltaban. Pero tenían que tener una idea de donde se encontraba el lugar a donde querían ir.

¿Esa voz pretendía que yo “saltara”? Ahora si la pregunta era… ¿Cómo? ¿Cómo saltar? ¿Un podinsta era capaz de saltar? ¡¿Cómo?!

Un tormento de furia me invadió y eche a correr. Esquive los árboles, más bien los atropelle, hasta llegar a la orilla de la isla. Corrí hasta el borde y salte sobre el agua con todas mis fuerzas. Si no lo conseguía lo único que me quedaba era nadar… Nadar sin encontrar nada.

Un mareo intenso empezó a apoderarse de mi, fue una sensación que ya sentí anteriormente, cuando la mujer del bosque se lanzo sobre mi y me trajo hasta acá. ¿Seria que yo si estaba saltando? ¿Lo estaba logrando? El impulso de vomitar me lleno de pies a cabeza, pero pude contenerme, ya que no tenia nada en el estomago.

Abrí los ojos desorientado y mis pies se colocaron en un suelo sólido, más bien arenoso. ¿Seguía en la isla? ¿Lo había logrado? ¿Dónde estaba?

-¡Max!- Me gritó una voz a lo lejos-. ¡Max, corre!

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Perdon si el cap es medio corto XD

Yess

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